1) Adopta una postura relajada del cuerpo y las manos cuando toques. Una postura incómoda puede provocar torceduras de espalda y tensión en los músculos de los brazos. Es una forma segura de provocar dolor por esfuerzo repetitivo. Cuando experimentes hormigueo en la musculatura de tus brazos o dedos, deja caer tus manos a los lados y agítalas para soltar la musculatura.
2) Sé extremadamente honesto con respecto a tus carencias y trabaja para erradicar esas debilidades. Así avanzarás muchísimo.
3) ¡Reduce la distorsión hijo mío! Añade excitación a tu sonido pero también enmascara los errores. Incluso mejor, practica tanto con la guitarra enchufada como desenchufada para construir una técnica sólida.
4) Graba tus ejecuciones tan a menudo como puedas. El escucharte a ti mismo es una gran herramienta a la hora de abrirte los ojos para ver realmente si lo haces bien o no.
5) Ten paciencia... como dije en la columna anterior, practica con el metrónomo a velocidades lentas, muy lentas al principio y súbele el tempo a medida que se acostumbren los dedos. Me lo agradecerás luego.
6) Después de hacer los ejercicios, termina la sesión con algo chévere (funk, blues, electro-dance, etc). Esto desarrollará tu creatividad y individualidad.
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